Los cultivos de cobertura o más conocidos como cultivos forrajeros son cultivos que son usados para proteger el suelo antes de poder ser aptos para los cultivos de consumo. Estos brindan una manta de sombra al suelo permitiendole no secarse con facilidad, reducir su erosión, mantener la humedad y como consecuencia la vida dentro de ella. Las Gramíneas como el trigo, la cebada, el maiz o avena son ejemplos de ellas o tambien las leguminosas como la alfalfa, soya, frejol o vainitas que además fijan nitrógeno al suelo. Además despues de su ciclo de vida estas permiten aportar materia orgánica para los siguientes por lo que tambien son una fuente rica de nutrientes orgánicas sin la necesidad de aportar fertilizantes químicos que sabemos que a la largo son perjudiciales para el medio ambiente.