Es un método de cultivo creado por  John Jeavons en 1971 que se centra en el desarrollo biológico potente del suelo y que no requiere de maquinaria pesada ni de la utilización de agroquímicos. Es decir es un método más humano, más eficiente y productivo por metro cuadrado. Se basa principalmente en eliminar las zanjas que normalmente se tienen en los cultivos convencionales para el riego. Se distribuye los cultivos en una serie de bancales de gran profundidad y repartidas muy cerca entre sí. La idea es que gracias a la altura que tiene la tierra las raíces puedan desarrollarse de forma vertical y con mucha más facilidad por el hecho que la tierra no es pisada y siempre sea suave. Otro punto a favor es que el riego es manual y precisa, ahorrando mucha agua en el proceso.