El mundo moderno nos ha llevado a depender en gran medida de las grandes corporaciones para la mayoría de nuestras necesidades, desde la comida que consumimos hasta los bienes que utilizamos en nuestra vida diaria. Esta dependencia nos ha alejado de una conexión más profunda con nuestros alimentos y recursos, resultando en hábitos poco saludables y un impacto ambiental significativo. Sin embargo, hay un movimiento creciente que aboga por un cambio: consumir lo que producimos. Este enfoque no solo promueve la autosuficiencia, sino que también fomenta hábitos más saludables y sostenibles.
El desafío de la dependencia corporativa
Las grandes empresas y cadenas de suministro global han simplificado nuestra vida al brindarnos acceso a una amplia gama de productos. No obstante, este fácil acceso a menudo viene acompañado de compromisos en la calidad, la sostenibilidad y la transparencia en la procedencia de los productos. Nuestros hábitos de consumo se han visto afectados, optando por conveniencia en lugar de calidad y salud.
En el ámbito alimenticio, por ejemplo, hemos perdido el contacto con la producción de nuestros alimentos. Dependemos de productos procesados, que a menudo contienen aditivos y conservantes, en lugar de consumir alimentos frescos y naturales. Esto no solo afecta nuestra salud, sino también el medio ambiente, a través de la huella de carbono asociada con la producción y distribución a gran escala.
El cambio hacia la autogestión y la sostenibilidad
La idea de consumir lo que producimos implica un cambio de paradigma. Invita a las personas a asumir un papel activo en la producción de sus propios alimentos, bienes y recursos. Desde cultivar un pequeño huerto en casa hasta participar en actividades de fabricación artesanal, este enfoque fomenta la autosuficiencia y reduce la dependencia de las grandes corporaciones.
Al producir nuestros propios alimentos, ya sea a través de la agricultura en casa o mediante la compra a granjeros locales, podemos estar seguros de la calidad y frescura de lo que consumimos. Esto nos permite optar por ingredientes naturales y orgánicos, promoviendo una alimentación más saludable y sostenible.
Además, este cambio no se limita solo a la alimentación. La fabricación de bienes en casa o la adquisición de productos locales artesanales disminuye la dependencia de bienes producidos en masa, a menudo con métodos poco sostenibles. Al fomentar la reutilización, el reciclaje y la producción local, se reduce la huella ecológica personal y se contribuye a la sostenibilidad del planeta.
Los beneficios más allá del individuo
Este cambio hacia consumir lo que producimos no solo beneficia a nivel personal, sino que también tiene un impacto significativo a nivel comunitario y global. Al apoyar a los agricultores locales y a los pequeños negocios, se fortalece la economía local y se fomenta un sentido de comunidad.
Además, al reducir la dependencia de las grandes corporaciones, se envía un mensaje claro sobre la demanda de transparencia, sostenibilidad y calidad en los productos. Esto puede motivar a estas grandes entidades a reconsiderar sus prácticas y ofrecer productos de mayor calidad y más sostenibles.
Desafíos y consideraciones
Cambiar nuestros hábitos de consumo no es una tarea fácil. Requiere un cambio de mentalidad y la dedicación de tiempo y esfuerzo. La vida moderna, a menudo rápida y agitada, puede dificultar la implementación de estos cambios. Además, no todos tienen el espacio o recursos para producir todo lo que consumen.
Sin embargo, incluso pequeños pasos en esta dirección pueden marcar una gran diferencia. Comenzar con un pequeño huerto, comprar productos locales siempre que sea posible o involucrarse en la producción de bienes artesanales son pasos hacia la autonomía y la sostenibilidad.
Consumir lo que producimos es más que un cambio en los hábitos de consumo; es un movimiento hacia un estilo de vida más consciente y sostenible. Al recuperar la conexión con nuestros alimentos y recursos, no solo mejoramos nuestra salud, sino que también contribuimos al bienestar del planeta. A medida que más personas adoptan este enfoque, se promueve un cambio positivo en la forma en que interactuamos con el mundo que nos rodea, generando un impacto duradero y significativo para las generaciones futuras.
Las verduras orgánicas, con su sabor fresco y su riqueza nutricional, se han convertido en la opción preferida para muchos amantes de la alimentación saludable y sostenible. Estas joyas culinarias, cultivadas sin pesticidas ni fertilizantes sintéticos, no solo ofrecen beneficios para la salud, sino que también contribuyen a la preservación del medio ambiente.
El Encanto de las Verduras Orgánicas
Las verduras orgánicas, cultivadas con métodos naturales, ofrecen una gama de beneficios que van más allá de su calidad nutricional. Al no utilizar productos químicos, estas verduras promueven suelos más saludables, preservan la biodiversidad y disminuyen la contaminación del agua y del aire.
Dónde Encontrar Verduras Orgánicas de Calidad
En la búsqueda de verduras orgánicas frescas y de alta calidad, existen diversas opciones para los consumidores:
Mercados de Agricultores:
Los mercados de agricultores son una excelente fuente de verduras orgánicas. Aquí, los agricultores locales exhiben y venden sus productos frescos directamente al consumidor. Estos mercados suelen ofrecer una amplia gama de verduras de temporada, cultivadas con prácticas sostenibles.
Tiendas Especializadas en Alimentos Orgánicos:
Tiendas especializadas en productos orgánicos ofrecen una amplia variedad de verduras certificadas como orgánicas. Establecimientos como cooperativas, tiendas naturistas o supermercados especializados suelen ofrecer opciones frescas y variadas para los amantes de la comida saludable.
Suscripciones a Cestas de Verduras:
Cada vez más populares, las suscripciones a cestas de verduras son una manera conveniente de recibir regularmente una selección fresca de verduras orgánicas en la puerta de tu casa. Varias empresas ofrecen este servicio, permitiendo a los consumidores disfrutar de la conveniencia y la calidad de las verduras recién cosechadas.
Huertos Comunitarios:
Unirse a un huerto comunitario es una forma emocionante de participar en la agricultura local y acceder a verduras orgánicas. Estos espacios brindan la oportunidad de cultivar tus propias verduras o intercambiar productos con otros miembros, promoviendo la sostenibilidad y el sentido de comunidad.
Agricultura en línea:
Plataformas en línea que conectan a consumidores con agricultores locales son otra opción para adquirir verduras orgánicas. Estas plataformas permiten comprar directamente a los productores, fomentando una relación más cercana entre el agricultor y el consumidor.
Conclusión: Disfrutando de lo Mejor de la Naturaleza
Encontrar verduras orgánicas de calidad es más accesible que nunca. Ya sea a través de los mercados de agricultores locales, tiendas especializadas, suscripciones a cestas de verduras o mediante la participación en huertos comunitarios, los consumidores tienen múltiples opciones para acceder a productos frescos, saludables y amigables con el medio ambiente.
Al elegir verduras orgánicas, no solo se disfruta de sabores auténticos y nutrientes óptimos, sino que se contribuye al cuidado del planeta y se respalda a los agricultores locales que practican la agricultura sostenible. En última instancia, el encanto de las verduras orgánicas radica en su capacidad para nutrir no solo nuestro cuerpo, sino también el mundo que nos rodea.
Las áreas verdes convencionales en entornos urbanos suelen ser terrenos infrautilizados, relegados a la ornamentación y recreación superficial. Sin embargo, la evolución hacia huertos urbanos comerciales ofrece una alternativa significativa para maximizar su potencial. La transformación de estos espacios en huertos no solo les otorga un propósito funcional sino que responde a la creciente demanda de alimentos frescos y nutritivos.
Suministro de Alimentos Frescos y Saludables a la Comunidad Local
La proximidad de los huertos urbanos comerciales a las áreas residenciales garantiza un suministro directo de alimentos frescos a los ciudadanos aledaños. La variedad de verduras, frutas y hierbas cultivadas en estos huertos ofrece una alternativa saludable a los productos procesados y con bajos nutrientes que predominan en el mercado. Al eliminar la cadena de distribución larga, se preserva la frescura de los productos, asegurando así un mayor valor nutricional en los alimentos consumidos.
Promoción de Prácticas Sostenibles: Compostaje y Educación Ambiental
Los huertos urbanos comerciales no solo se centran en la producción de alimentos, sino que también fomentan prácticas sostenibles. El compostaje es una de las estrategias clave utilizadas para cerrar el ciclo de nutrientes y reducir los desechos. El compostaje transforma los residuos orgánicos en nutrientes ricos para el suelo, fortaleciendo su fertilidad y sosteniendo el ciclo de vida de las plantas cultivadas.
Además, estos espacios son centros de educación ambiental, donde se promueve la conciencia sobre la importancia de la agricultura sostenible, el uso eficiente de los recursos y la reducción de residuos. Los huertos urbanos no solo brindan alimentos, sino que también cultivan conocimiento y conciencia ambiental en la comunidad circundante.
Alternativa Nutritiva a los Productos de Consumo Masivo
La producción de alimentos en los huertos urbanos comerciales proporciona una alternativa nutritiva a los productos de consumo masivo. La calidad superior y la frescura de los productos cosechados directamente de estos huertos contrastan con la oferta industrializada que a menudo carece de nutrientes debido a la manipulación genética, el transporte a larga distancia y el almacenamiento prolongado.
En conclusión, la transformación de áreas verdes convencionales en huertos urbanos comerciales representa una revolución en la forma en que las ciudades pueden satisfacer la demanda de alimentos frescos y saludables. Estos espacios no solo proveen alimentos de calidad, sino que también actúan como catalizadores de prácticas sostenibles y educación ambiental, proporcionando una alternativa saludable y nutritiva a los productos de consumo masivo que actualmente dominan el mercado.
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Las empresas están cada vez más concientes de la importancia de crear entornos laborales que no solo fomenten la productividad, sino que también promuevan el bienestar y la salud de sus empleados. En este contexto, la integración de áreas verdes no solo es una tendencia, sino una decisión estratégica con múltiples beneficios.
1.Bienestar y salud de los trabajadores: Las áreas verdes en entornos laborales ofrecen un refugio natural para los empleados, desempeñando un papel crucial en la mejora de la calidad de vida y la salud. Estudios científicos han demostrado que simplemente ver plantas puede reducir significativamente los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. La presencia de vegetación también aumenta la concentración y la creatividad, contribuyendo a un ambiente laboral más armonioso y productivo.
2.Captura de dióxido de carbono : Las plantas desempeñan un papel esencial en la mejora de la calidad del aire al capturar dióxido de carbono (CO2) y liberar oxígeno (O2), proporcionando un aire más fresco y limpio para respirar. Este proceso resulta fundamental para contrarrestar los efectos de la contaminación.
3.Bioregular la temperatura: Los árboles y zonas de gran vegetación juegan un papel crucial como bioreguladores de temperatura en las ciudades. Su presencia puede reducir significativamente la temperatura, ayudando a contrarrestar el efecto de isla de calor y proporcionando un entorno más fresco y agradable para las empresas ubicadas en entornos urbanos densos.
4.Biodiversidad: Las áreas verdes propician la biodiversidad y el hábitat de diversas especies de insectos y aves beneficas como abejas, mariquitas, pájaros cantores, ardillas, chanchitos y lombrices de tierra, etc.
5.Prácticas ecológicas y comunitarias: Además de ser espacios estéticamente agradables, las áreas verdes en las empresas pueden ofrecer oportunidades para prácticas sostenibles. Desde la creación de áreas de compostaje para los residuos orgánicos generados en el lugar de trabajo hasta la posibilidad de tener huertos o jardines, actividades que permitenreducir su huella de carbono e involucrar a los empleados en actividades de cohesión, trabajo en equipo o voluntariado.
6.Imagen corporativa: La integración de áreas verdes en las empresas no solo mejora el entorno laboral, sino que también contribuye a una imagen corporativa más sostenible y responsable. Mostrar compromiso con la naturaleza y trabajar en armonía con ella proyecta una imagen positiva hacia los clientes, inversores y la comunidad en general.
En resumen, la integración de áreas verdes en el entorno laboral va más allá de la estética. Genera un impacto positivo en la salud y el bienestar de los empleados, mejora la calidad del aire al capturar CO2 y liberar O2, sirve como bioreguladores de temperatura, propicia la biodiversidad y el hábitad de diversas especies, contribuye a una imagen corporativa más sostenible y ofrece oportunidades para prácticas empresariales más ecoamigables. Esta evolución hacia entornos laborales más verdes y saludables representa un compromiso para un futuro más sostenible y equilibrado con el entorno natural.
Cada vez son más las empresas y empresarios que buscan la transparencia y medir sus impactos sociales y ambientales. Las empresas que se certifican como Empresa B no son perfectas, pero asumen un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio. Miden y analizan las cinco áreas más relevantes de su empresa: Gobierno, Trabajadores, Clientes, Comunidad y Medio Ambiente, permitiendo una revisión detallada de todas ellas, con el fin de ayudar a identificar todos los posibles puntos de mejora y oportunidades para ser un agente de cambio en la economía, protegiendo la misión y potenciando el triple impacto.
La certificación de Empresa B es entregada por B Lab, una entidad sin fines de lucro en Estados Unidos. Las Empresas B redefinen el sentido del éxito de la empresa, recibiendo una marca colectiva como identidad de mercado. Se someten a una evaluación integral de su sustentabilidad con instancias de certificación y recertificación y realizan enmiendas a sus herramientas de gobernanza legales.
Requisitos mínimos para ser Empresa B:
Llevar más de 12 meses de operaciones
Las empresas que llevan menos de ese tiempo operando deberán acceder al sello B Pendiente.
Operar en un mercado competitivo
La empresa debe operar en un mercado competitivo y estar expuesta a los riesgos normales de ser empresa, competidores, impuestos, cambios en el mercado. Las empresas que operan en un monopolio, son controladas por el gobierno o que tienen beneficios sustanciales relacionados a la paga de impuestos por ejemplo, no serán elegibles para la Certificación B.
Requerimiento legal de Empresa B
La empresa debe poder, y estar dispuesta a cumplir el requerimiento legal de Empresa B y a realizarlo efectivamente cuando corresponda según su proceso de certificación.
Entidad con fines de lucro
La filosofía de las Empresas B es probar que las empresas pueden hacerse cargo de resolver problemáticas socioambientales a través de su negocio. De este modo, entidades sin fines de lucro como fundaciones, ONGs, entre otras entidades civiles, no podrán acceder a la certificación de Empresa B dado que han sido creadas específicamente para resolver esos problemas.
Negocio Completo y Distinto
La Certificación de Empresa B es para negocios completos, incluyendo todas las áreas de gestión de dicha empresa. No es posible acceder a la certificación de manera individual para sus divisiones, marcas, departamentos o empresas que no tengan el control de su producto o servicio.
El concepto de «triple impacto» en el mundo empresarial se ha vuelto cada vez más relevante en los últimos años. Estas empresas buscan no solo obtener ganancias económicas, sino también generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. En este artículo, exploraremos qué son las empresas de triple impacto y destacaremos algunos ejemplos exitosos.
¿Qué son las Empresas de Triple Impacto?
Las empresas de triple impacto, también conocidas como empresas B (B Corps) o empresas sociales, son organizaciones que buscan equilibrar tres objetivos fundamentales: el beneficio económico, el impacto social y el impacto ambiental. Esto significa que no solo se esfuerzan por generar ganancias, sino que también se preocupan por su responsabilidad social y ambiental.
Principios de las Empresas de Triple Impacto:
Beneficio económico: Aunque las empresas de triple impacto buscan impactar positivamente en la sociedad y el medio ambiente, también son negocios rentables. La sostenibilidad financiera es esencial para continuar operando y expandiendo su influencia.
Impacto social: Estas empresas buscan solucionar problemas sociales y mejorar la calidad de vida de las comunidades locales y, en algunos casos, a nivel global. Esto puede incluir la creación de empleos, la capacitación de trabajadores o el apoyo a organizaciones benéficas.
Impacto ambiental: La sostenibilidad ambiental es un pilar fundamental. Estas empresas se esfuerzan por minimizar su huella ecológica y reducir su impacto negativo en el medio ambiente. Esto puede incluir prácticas de fabricación sostenible, reducción de desechos y el uso de energía limpia.
Ejemplos Exitosos de Empresas de Triple Impacto:
1. Patagonia:
Patagonia es un ejemplo icónico de una empresa de triple impacto. Esta marca de ropa al aire libre no solo ha sido un negocio exitoso, sino que también se ha comprometido con la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad social. Patagonia es conocida por su compromiso con la producción de productos de alta calidad y su apoyo a causas medioambientales.
2. Ben & Jerry’s:
Esta famosa marca de helados es conocida por su compromiso con la justicia social y la sostenibilidad. Ben & Jerry’s ha abogado por diversas causas, desde los derechos civiles hasta la justicia climática, y ha buscado reducir su huella ambiental a través de prácticas comerciales sostenibles.
3. Danone:
Danone es una multinacional de alimentos y productos lácteos que ha adoptado un enfoque de triple impacto. La empresa se ha comprometido a reducir su impacto ambiental y mejorar la salud a través de su línea de productos. Además, han creado una entidad llamada «Danone Communities» que invierte en proyectos sociales y sostenibles en todo el mundo.
4. TOMS:
TOMS es conocida por su modelo «One for One». Por cada par de zapatos vendido, la empresa dona otro par a una persona necesitada. Esta estrategia de impacto social ha tenido un gran éxito y ha ayudado a miles de personas en todo el mundo.
5. Tesla:
Aunque es conocida principalmente por sus avances en tecnología automotriz, Tesla es un ejemplo de empresa de triple impacto en el sector de la energía. Su objetivo es acelerar la transición hacia un transporte y una energía más sostenibles, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles y disminuyendo las emisiones de carbono.
6. Brooklyn Grange Farm:
Brooklyn Grange Farm es una destacada empresa de agricultura urbana, conocida por sus extensas granjas en azoteas que producen alimentos frescos y orgánicos para su comunidad, implementa prácticas sostenibles para mejorar la salud del suelo y la gestión eficiente del agua, tiene programas educativos y voluntariado generando un impacto social y ambiental positivo. Fundada en 2010, la granja ocupa actualmente alrededor de 22 000 m2 distribuidos en tres ubicaciones en la ciudad de Nueva York, convirtiéndola en una de las granjas en azoteas más grandes del mundo
Las empresas de triple impacto demuestran que es posible lograr un equilibrio entre el beneficio económico, el impacto social y el impacto ambiental. Estos ejemplos exitosos ilustran cómo las empresas pueden ser agentes de cambio positivo en el mundo, generando beneficios no solo para sus accionistas, sino también para la sociedad y el planeta en su conjunto. A medida que más empresas adoptan este enfoque, el impacto positivo que pueden tener en el mundo continúa creciendo.
Nosotros tambien somo una empresa Triple impacto. HUERTOS ECOMU busca eso. Generar dentro de sus actividades comerciales un fuerte impacto social y ambiental.