Los cultivos de lo alimentos que normalmente consumimos en su mayoría son fertilizados con químicos. La producción de alimentos es una actividad constante que requiere de insumos para su desarrollo, prioritariamente los cultivos absorción de CO2 del aire y junto a la luz solar y el agua produce azúcares produciendo la biomasa. Sin embargo requiere de minenales para su óptimo desarrollo para que crezcan vigorosas y sanas. Hay cultivos que demandan más minerales o tambien llamados macronutrientes (nitrógeno, potasio y fosforo) y micronutrientes (calcio, magnecio, manganeso, boro, etc.) Estos son aportados por los fertilizantes.
Comúnmente son usados fertilizantes químicos, por su precio, su alta concentración y practicidad; sin embargo sabemos que no son positivos para nuestra salud ni la del suelo a largo plazo. Por ejemplo La úrea principal fertilizante nitrogenado esta comprobado que es cancerígeno. Reduce la microbiología y como consecuencia su fertilidad. Por tal motivo las biofabricas son una respuesta excelente amigable con el medio ambiente para solucionar este importante problema.
Pequeñas plantas o fábricas donde uno mismo puede preparar sus propios fertilizantes sin la adición de químicos y principalmente con el trabajo de descomposición aneróbica de residudos orgánicos en degradación anaeróbica llevada a cabo por las bacterias.